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Esther Díaz: "En el peronismo hay mucho de punk, aunque Alberto tiene más de hippie"
El exceso es también un lugar filosófico. La pensadora más audaz del país decidió transformar su vida en una obra de arte. Así, experimentó el sexo, las drogas, el sufrimiento y el place...
El exceso es también un lugar filosófico. La pensadora más audaz del país decidió transformar su vida en una obra de arte. Así, experimentó el sexo, las drogas, el sufrimiento y el placer extremos. Su producción intelectual también es un producto artístico. Y desde ese lugar puede mirar con ojos abiertos y lúcidos lo que pasó con hombres y mujeres en un país de frustraciones, golpes de Estado, neoliberalismos y populismos que, a veces, también están en el closet y prefieren autodefinirse en público como progresismos. Leer más